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En el principio, el mundo era gris e informe, habitado sólo por los Dragones Eternos, un mundo sin luz ni oscuridad. Entonces, llegaron las llamas, y con ellas, la disparidad: luz y oscuridad, frío y calor… vida y muerte. Y nuevos seres surgieron al amparo de las llamas. Grandes Señores y Señoras de una nueva edad, dioses de facto que gobernaron como gigantes sobre la humanidad durante la Era del Fuego. Pero toda llama tiende a apagarse, y así pasó con ese Fuego Primigenio. Un primer intento para reavivarlo llevó a la creación del Caos, y los demonios que con éste vinieron. Tuvo que ser Lord Gwinn quien se sacrificara, inmolándose en el Fuego, para mantenerlo encendido. Aun así, ese sacrificio tampoco sirvió para mantener la Llama ardiendo eternamente, y mientras esta amenazaba con extinguirse, apareció la maldición de la Señal Oscura, un círculo marcado en el cuerpo de los seres humanos quienes pasaron a convertirse en No Muertos, condenados a resucitar de la muerte una y otra vez, mientras caen en la desesperación hasta convertirse en Seres Huecos. Pero de entre estos Huecos, surgió una persona elegida para suceder a Lord Gwinn, y reavivar la Llama. E, incontables veces desde entonces, cada vez que la Llama ha amenazado con apagarse, alguien nuevo ha surgido de entre la Humanidad para volver a prenderla. O, al menos, eso cuentan las leyendas...

Hay que tener en cuenta que una característica muy importante de la saga Dark Souls es que la historia tanto de su mundo como de sus habitantes no se narra de forma explícita. Más allá de una introducción que resume los orígenes de esta realidad, el resto del trasfondo está oculto en descripciones de objetos y hechizos, y en conversaciones con los personajes no jugadores. De hecho, realizar las acciones requeridas para terminar el juego en un orden u otro puede llevar a conclusiones diametralmente diferentes sobre lo que es correcto hacer y lo que no. Una persona puede jugar el juego de principio a fin de forma medianamente lineal y terminarlo habiendo realizado un prototípico Viaje del Héroe sin más. Pero otra puede explorar secretos, ir a sitios ocultos, agotar conversaciones con cada personaje secundario, volver una y otra vez a los mismos lugares descubriendo novedades en ellos, y acabar revelando secretos que le dan una nueva perspectiva sobre la historia. ¡Hay quien incluso lo ha interpretado como una metáfora sobre el peligro del tardo-capitalismo! Y según avanzan los juegos, más secretos y mentiras se pueden ir revelando, aumentando la complejidad de lo que en principio parece una trama simple.

Sin embargo, no es esto en lo que piensa mucha gente cuando piensa en Dark Souls. En general, lo que les viene a la cabeza son combates de alta dificultad, jefes enormes que antes de empezar a combatirlos ya intimidan (y que aterrorizan una vez te enfrentas a ellos), y la continua aparición del mensaje “HAS MUERTO” en la pantalla. Es difícil desligar esta idea que se ha asentado en una sección de sus fans, un grupo que sólo hay una forma de jugar “bien” al juego, y que si no lo haces así es que lo haces “mal”, eres un “casual”, y no dejarán de gritarte “GIT GUD!!!!!1111” a la menor ocasión.

Yo rechazo esos conceptos.

Creo que todo aquel que juega a Dark Souls, da igual cómo lo haga, lo hace “bien”. Creo que tiene tanta validez quien lo hace de forma lineal, como quien busca jugarlo con otra gente a través del sistema de invocaciones, como el que juega solo para invadir las partidas de otras personas (ya explicaré y ampliaré estos conceptos cuando pase a hablar de personajes y tramas), como quien se lee y relee cada texto que aparece en un guijarro recogido en medio de un puente de piedra. Yo, personalmente, disfruto de ayudar a quien lo necesite, deseando ser invocado para acabar con ese jefe que tan duro puede resultar en solitario, pero que resulta más llevadero en alegre cooperación.

 

Ahora, el Fuego amenaza con volver a apagarse y dejar al mundo sumido en unas Tinieblas eternas, en una Era de Oscuridad. Alrededor de una Última Hoguera se reúnen viajantes de diferentes tierras y propósitos diversos, cada cual con una historia que contar.

Pero, de momento, es hora de descansar ante el fuego. Pronto conocerás a quienes se han aventurado hasta tan lejos.

 

Mientras tanto, reconfórtate ante las llamas. Quién sabe si serán las últimas que veas…

Explorando el mundo de Dark Souls: Trasfondo e ideas para un ReV

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