El alma oscura de cada ser humano alberga todo tipo de ambiciones. Algunas las lleva con orgullo. Otras, se las guarda en su interior. Y normalmente son estas las que más peligro albergan…

 

Además de las tramas que afectan al conjunto de los personajes, todo ReV ha de completarse con una serie de conflictos que afecten a varios o a todos los personajes jugadores de forma más individual. Si nos fijamos en lo que ya se ha establecido sobre cada uno, se pueden empezar a hilar estas tramas:

 

• Dunstan, de Balder – La Criatura No Muerta Elegida: Lo has oído a cada paso de tu viaje: de entre los seres humanos malditos con la no muerte, se alzará uno que obtendrá las Grandes Almas y enlazará el Fuego. Y está claro que eres tú. Entonces, ¿por qué parece que haya más candidatos entre quienes te acompañan? Debe ser un error… o peor, algún tipo de conspiración. Sea como sea, impedirás que te arrebaten el destino que es tuyo.

  

• Denegyth, de las Tierras Olvidadas – Descubrir y Acumular: El haberte desviado por tantos senderos alternativos te ha dado una nueva perspectiva del mundo. Pero parece que ya no hay más lugares que explorar, así que… ¿por qué no explorar a tus acompañantes? Parece que llevan objetos únicos, y te encantaría descubrir qué secretos ocultan. Así que convencerás al resto de que te den sus objetos, o se los arrebatarás de sus cadáveres.

 

• Bertram, de Astora – Felicidad en la Cooperación: El mundo es cada vez más frío, alejado de un Sol que lo ilumine y lo reconforte. Lo último que nadie debería hacer en estas circunstancias es enfrentarse al peligro en solitario. Por lo tanto ayudarás a cualquiera en sus enfrentamientos mientras te sea posible.

 

• Balthid, de Farron – Recuperar la Esperanza: Es todo tan cansado, tan agotador… ¿Es esto todo lo que hay? Combates incesantes, uno tras otro, mientras la humanidad se escapa de tus manos… Aun así, igual todavía te quedan fuerzas para intentarlo, un último combate, recuperar tu voluntad, adquirir tanta humanidad puedas para volver a sentir la vida fluir por tus venas.

 

• Ordmaer, de Throrolund – La Prueba de los Dioses: Este es el lugar, éste es el momento. Todas tus plegarias respondidas, tu fe puesta a prueba. Nadie dudará de tu voluntad, y demostrarás ser la persona más digna de este mundo de pecado, acumulando las Grandes Almas de todas las criaturas que los dioses han puesto en el camino.

 

• Cenwalh, de Olaphis – Toda Humanidad es Poca: El mundo se oscurece, y sus habitantes se hunden en la desesperación, volviéndose huecos. Eso no te pasará a ti, en absoluto. Y sólo hay una forma de evitarlo. Tus acompañantes poseen aquello que necesitas, y se lo arrebatarás, de una forma u otra. Es por eso que te enfrentarás al resto hasta haberles quitado tanta humanidad como te sea posible,

 

• Osgyth, de Vinheim – Perseguir el Pecado: Los dioses odian a quienes desafían su voluntad. Creaturas no muertas herejes y asesinas son tus presas, que acabarán cayendo bajo la fuerza de tus hechizos. Por tu mano, quien se dedique a matar a tus acompañantes o blasfeme contra los dioses debe caer.

 

• Estrid, del Gran Pantano – La Venganza de los Dragones: Cuando llegaste ante aquella majestuosa criatura, tu mente se abrió a la gran revelación: los dioses no son sino unos viles asesinos que arrebataron este mundo a sus verdaderos dueños, los Dragones Eternos que les antecedieron. Reniegas de esos dioses, como reniegas te tu humanidad, subproducto de la llegada de la aborrecible Primera Llama. Así, has jurado frustrar los planes tanto de dioses como de seres humanos.

 

• Nalsann, de Londor – Guía del Regente: De entre todos estos seres humanos, uno ha de alzarse como adalid, alguien que pueda gobernar sobre los seres huecos en una nueva era. Has de investigarles con cuidado, descubrir a quien veas más en disposición de asumir ese puesto. Debe acumular suficiente humanidad y Grandes Almas para poder realizarlo. Y, por supuesto, debe escoger pareja, pues nadie debe gobernar en solitario. Aunque claro, tal vez pueda extrañarse cuando sepa que ha de sacrificarla para ascender a su trono. Pero, antes de que las tinieblas lo engullan todo, sabes que encontrarás a quien sea regente de los seres huecos.

 

Una vez más, he introducido conceptos nuevos en estas tramas, como los objetos de los que hablo en la trama de Denegyth, pero sobre este tema trataré más cuando pasemos a tratar las mecánicas. En cualquier caso, con estos elementos mostrados ya tenemos las bases para que se forje un conflicto entre los diferentes personajes, y que puede llevar a interactuaciones muy interesantes. Y cómo tendrán lugar estas interactuaciones  lo empezaremos a ver en el siguiente post.

 

Ahora lo ves, ¿verdad? Pero, ¿sabes realmente de quién fiarte? Y en cuanto a quienes no son de confianza, ¿cómo piensas tratar con ellos? ¿Tienes lo que se necesita para enfrentarles?